Tras haber hablado en las anteriores entradas de las fases de planificación y la de la compra propiamente dicha, hoy toca hablar de la fase final: la de después de la compra. Puede parecer que esta última fase es la menos importante, pero la verdad es que si no organizamos bien la compra una vez hemos vuelto a casa, gran parte de lo que hemos hecho en las dos fases anteriores puede echarse a perder.
Organízate por productos.
Por supuesto, hay artículos que habremos comprado que no necesitarán más que ser almacenados, pero hay otros que requerirán que les demos un último toque para conservarlos correctamente y podamos consumirlos más adelante en las mejores condiciones posibles. Estamos hablando, evidentemente, de productos frescos, especialmente de la carne y el pescado.
Como tenemos perfectamente claro cuándo vamos a consumirlos al tener el menú semanal establecido, lo ideal es congelarlos si no los vamos a consumir en el mismo día o en el siguiente. Sin embargo, en muy pocas ocasiones se trata de colocar directamente en el congelador el paquete en el que vienen envasados. Lo que solemos hacer en La Menuteka es organizarlos en porciones que sepamos que vamos a consumir.
Congela (por porciones) y vencerás.
Por ejemplo, si hemos comprado lomo para hacer a la plancha y el día que toque cocinarlo vamos a ser dos personas, hacemos un paquete de seis lonchas de lomo, que serán exactamente las que cocinaremos. De este modo simplemente cocinamos lo que necesitamos y no generamos sobras (aunque las acabaremos teniendo de todos modos). Lo mismo hacemos con el pescado, tanto si lo compramos fresco como si lo adquirimos ya congelado. Existen multitud de trucos de conservación, pero esto lo trataremos en profundidad en otra entrada.
Por otro lado, si lo que os funciona mejor es aprovechar el fin de semana para cocinar todo lo posible y tenerlo ya elaborado (la que ahora le llaman Batch Cooking), o si os gusta cocinar de más alguna receta del fin de semana, la congelación por porciones es también la mejor opción.
Deja que La Menuteka te avise.
A partir de aquí, como tenemos configurado el sistema de alarmas de nuestra aplicación para que cada día nos recuerde el menú del día siguiente, simplemente sacamos del congelador lo que sea necesario para no tener que estar luego descongelando con prisas, cosa que siempre juega en contra de la calidad del producto. En este caso, lo más importante es que esa notificación la programemos para un momento en que sepamos que vamos a estar en casa, por ejemplo a la hora de preparar la cena.
En definitiva, una buena planificación y organización del proceso de compra es la clave para conseguir hacerlo lo más sencillo y eficiente posible. Siguiendo estos simples consejos os aseguramos que ahorrareis mucho tiempo y dinero.
Os adelantamos que la próxima semana empezaremos con una nueva serie de artículos sobre la conservación de alimentos.
¡Seguidnos en Instagram y no os lo perdáis!