El aguacate es una fruta tropical muy versátil y con muchos beneficios nutricionales ya que nos aporta grasas insaturadas, ácido oleico y es rica en fibra. Además es el principal ingrediente de unas de nuestras salsas mejicanas favoritas: el guacamole.
Elaborar en casa nuestro guacamole es muy sencillo y rápido y además nos permite adaptar la receta a nuestros gustos. Por ejemplo, a nosotros nos encanta añadirle un puntito picante.
Lo que sucede es que a veces a uno le apetece improvisar un picoteo y no siempre tenemos un aguacate maduro a mano. Para estos casos (y también para los más perezosos) en las estanterías de nuestros supermercados son cada vez las marcas de guacamole envasado que existen.
Entonces, inevitablemente, surge la pregunta de siempre ¿Es igual de sano el guacamole envasado que el casero? Es evidente que como el casero no encontraremos ninguno. Sin embargo, eso no quiere decir que el que podamos encontrar envasado no sea saludable.
No es guacamole todo lo que reluce.
Lo primero que tendremos que hacer en el super es leer bien la etiqueta. Debemos tener en cuenta que no todo lo que parece guacamole en el supermercado es guacamole. Y es que en ocasiones se utiliza para su elaboración polvo de aguacate en sustitución del fresco.
¿En qué más debemos fijarnos para elegir la mejor opción? Por supuesto, en el resto de los ingredientes que lo componen. El ingrediente principal debe ser es el aguacate y se acompaña generalmente de jalapeños, cebolla, cilantro y un chorrito de limón. Así pues, a la hora de elegir debemos mirar las etiquetas y asegurarnos que el mayor porcentaje de alimento sea de aguacate. El contenido en sal también es importante, así como los aditivos y conservantes que se le añaden (cuantos más peor ya que acaban convirtiendo este alimento en un ultra procesado y por lo tanto es cada vez menos sano y beneficioso).
Por tanto, nuestro consejo: si no podéis elaborar el guacamole en casa no os fieis de las apariencias y sobre todo ¡leed detenidamente las etiquetas!